Un poco de entrenamiento... (Elizabeth)

Glaciel por primera vez parecía estar de acuerdo conn lo que decía Kyle, aunque no pudo evitar refunfuñar cuando habló sobre el sabor de mi sangre, incluso parecía asquerse de tan sólo imaginarlo. Yo también recordé el terrible mareo que sentí en la boca del estomago al ver la sangre bañando mi piel y viendo cómo Kyle la bebía directamente de ella. Sentí un escalofrío recorrer mi espalda, suspiré, volví a llenar mi pecho de aire y solté la frase que estaba esperando salir desde hace mucho tiempo.

-Soy una semi-dragona en mi sangre -sentí una punzada flamante en mi pecho al decirlo.

Saqué el aire lentamente para mirar a Glaciel (tenía una mirada ta intensa que podía sentir como la piel se me erizaba en segundos) que parecía estar satisfecho con el progreso (menos impaciente que antes pero eso ya era un ggran avance, un dragón desesperada era bastate peligroso).

Observé confundida Glaciel.... de verdad que Kyle había hecho una muy buena pregunta... Esperé a que el dragón hiciera algo al respecto, pero éste sólo me indicó ue me apartara del vampiro y que quedara quieta. Tenía un mal presentimiento... intenté preguntarle que era lo que quería probar, reteniendonos con él pero antes de que terminara mi pregunta, Glaciel tomó una gran bocanada de aire y de su hocico salió una gigantesca llamarada de fuego color zafiro. Cerré los ojos instantaneamente y cubrí mi rostro con mis manos, me encogí de hombros y aguanté el grito que yací a en mi pecho.

El fuego azulado me envolvió de pies a cabeza, sentí un calor abrazador pero éste no me lastimara, era cómo su fuese una ambrazo amistoso. Me atreví a abrir los ojos y no podía creer lo que veía. Ciertamente estaba cubierta por el fuego, sin quemarme, sin dañarme... podía tocarlo, sujetarlo sin hacerme daño. Era tan... mágico. Incluso me sentí comoda. Reí ligeramente y el fuego se fue apartando unn poco de mi perímetro, formandoce en un espiral que´sólo iba rondandome delicadamente el cuerpo.

-Glaciel... -("Éste fuego es especial... éste fuego no dañará aquel que sea fiel consigo mismo y a los demás"). Entendí que él quería que le traducier apara que Kyle pudiese entender-. "Éste fuego es especial... éste fuego no dañará aquel que sea fiel consigo mismo y a los demás" -Siguió gruñendome y yo continue traduciendo-. "Todo aquel nacido baja una familia, proviniente de la rama de los semi-dragones, que tenga la marca de dragón, no sufrirán daño alguno a éste fuego, por que se sabe donde está su lealtad... Los que no tienen la marca, pero son de éstas familias, sufriran un poco de ardor pero el resultado sería el mismo... si son verdaderamente fieles... Los que no tienen nada que ver con el linaje de los dragones, podrían hasta herirse seriamente con éste fuego, pero si logran dominarlo sin tantas heridas... sisgnifica que son realmente leales y de confianza"

Observé admirada a Glaciel... ni yo sabía que los dragones podían modificar su fuego, tampoco que éste t´po de fuego era usado para proebas de honor y fidelidad. Soneí a Kyle para brindarle confianza. ("Niña... Toma el fuego en tus manos y juntalo..."). Obedecí asintiendo la cabeza ligera y confiadamente. Estiré mis brazos, juntando los extremos del fuego que bailoteaba en espiral al rededor de mi, Lo compacté (sin ningún esfuerzo) hasta crear una bellísima esfera azulada. Noté que la marca de dragón en mi hombro, parecía tener la misma textura escamosa de Glaciel, igual de brillante, igual de gloriosa. ("Ahora encierra esa esfera con tus puños y consumela"). Volví a asentir y prácticamente atónita, hice lo que me habían indicado. Sntí un agradable calor en mis puños, suspiré y sonreí para mis adentros.

El fuego se fue encogiendo hasta quedar en el tamaño exacto para cubrirlocon mis manos. Lo aplasté con delicadeza y éste se esparció por todo mi pecho, dejándome una sensación de calidez. Glaciel parecía sonreír. Gruño nuevamente:

-"Si el vampiro logra hacer exactamente lo mismo que tú, podré confiar en tu palabra, de que es un vampiro de buen corazón... si no..." -me detuve de repente-; Creo que nos podríamos ahorrar los sacrifisios humanos sólo por ésta vez... -gruñó un poco molesto-. Gracias... -bufó para si mismo y continuó -"Que no se confie, ya que ésta prueba no será tan sencilla para él... quiero medir su fuerza de igual manera..." -refunfuñé al terminar de traducir-. ¿No crees que es demasiado? -Rugió bastante molesto-, Bien, de acuerdo... tú eres el dragón...

Glaciel volvió a jadear-reír cuando Kyle le insistió en empezar su supuesta prueba... Yo miré un poco extrañada al dragón mientras se preparaba para volver a escupir su fuego. "La actitud de éste dragón es demasiado... infaltil cómo para ser de un dragón adulto...", dije para mi misma tratando de similar la situación. Una vez teniendo a Glaciel con la cabeza agachada, a la altura de Kyle, pude verle claramente los cuernos que adornaban su cabeza. Eran demasiado pequeños. Sonreí ampliamente y puse mis manos en mi rostro como si tuviese vergüenza de lo que veía... "Éste dragón es demasiado joven...". Me encaminé a pararme a un lado de Glaciel y le dije con voz baja que no quería ningun truco sucio. Le guiñé el ojo y el me miro con cara de reproche. Sabía que lo hábía descubierto.

-Kyle... -dije para llamarle su atención antes de que Glaciel continuara-, suerte... -la verdad no era eso lo que quería decirle, pero con varios gestos y movimientos de mis manos, le di a entender que el dragón tan sólo quería impresionar.

("No lo distraigas, no querras que muera, ¿Verdad?) Gruñó viendo que sonreía y movia mis manos rápidamente alado de mi cara.

-Por supuesto que no, gran dragón -dije sarcásticamente.

Bufó una vez más, tomó una gran cantidad de aire y de su hocico salió una gigantesca llamarada de fuego color zafiro, brillaba aun más que la anterior y era de mayor tamaño. Observé cómo se encaminaba hacia la posición de Kyle. "¿Podrá lograrlo?".

Con cara de angustia observé como Kyle se cubría con el fuego. Sin preguntarme dos veces, arranqué un pedaso de enredadera y la coloqué junto al fuego que escupía Glaciel, ésta se volvió cenizas casi al instante. "Parece que el dragón no bromeaba con lo de su fuego...", pensé. Casi en segundos pude escuchar los desgarradores alaridos de Kyle... mi corazón latió con fuerza, pensando que eran reales. Quise correr hacia donde estaba él pro me detuve en seco... "No, no se quema...", me dije aliviada. Suponía que era por pura lógica qu, si Kyle estuviese en verdad quemandose con el fuego, habría alguna prueba, cómo el aroma a quemado. Suspiré aliviada pero mantuve la seriedad. "Le daremos a éste dragón un poco de su propia medicina."

Tomé impulso y corrí hacia Kyle, me inqué a un lado del fuego y me incliné para verle el rostro... contuve la risa...

-Kyle -susurré-, Creo que deberías saber que acerqué unas plantas al fuego y éstas que quemaron al instante, incluso tengo mis manos llenas de cenisas... -sonreí al final- ¡Ah! y... no parece estar muy asustado que digamos -miré de reojo al dragón- aunque si parece nervioso... te seguiré el juego.... -reí con malicia y me alejé de Kyle.

-¡BASTA! ¡BASTA! ¡DENTENTEE! -grité desconsolada hacia el dragón.

Glaciel sacudió la cabeza y pronto el fuego cesó. Me miró bastante asustado y confundido, caminó hacia a mi y agachó la cabeza a mi altura. Gruñó nervioso, preguntándo que era lo que pasaba. En sus ojos veía que parecía sentirse victorioso pero muy resentido consigo mismo por "lastimarme" al mismo tiempo.

-¡¿VES LO QUE HAS HECHÓ?! ¡¿QUÉ ERA LO QUE QUERÍAS PROBAR?! ¡¿CÓMO REGRESARÉ SIN ÉL AHORA?! ¡UN DRAGÓN NO DEBE HACER ÉSTO! ¡¿CÓMO HAS PODIDO MATARLO?! -me agaché hasta quedar a las patas escamosas del dragón. Era tanta la fuerza que había empleado para gritar de tal forma tan desgarradora, que incluso me salieron lágrimas verdaderas.

El dragón retrocedio nervioso para mirar mejor el cuerpo lleno de cenizas de Kyle. Estaba completamente inmóvil, incluso podía jurar que había aguantado la respiración a propósito. Glaciel caminó con cautela para estar más cerca de Kyle. Lo olfateó varias veces para asegurarse de lo que veía y decía.

Yo me quedé observándolo, con la cara húmeda y una media sonrisa para Kyle.

Off: los vampiros no necesitan respirar, yo respiro solo por costumbre xD

On:
Al escuchar las palabras de Elizabeth, volvi a soltar una ligera sonrisa, pero cuando esta se aparto de mi, nuevamente regrese a mi pose original, me quede quieto, escuchaba como le gritaba al Dragon, y sabia que este se encontraba nervioso,realmente el no era un dragon asesino, ya que si asi hubiese sido, nisiquiera e hubiera tratado de poner una tonta prueba,tan solo me hubiera lanzado mordidas o zarpasos con sus garras, el era un ¨Buen¨ dragon, no lastimaria a nadie,peor aun asi me habia molestado la tonteria de una prueba para demostrar lealtad, asi que cuando senti los olfateos de el cerca de mi cuerpo, di un gran salto, trepandome en su ocico,aferrandome a el con pies y manos, comence a pegar gritos y a moverme a todos lados al mismo timepo que gritaba fuertemente

-WAAH!!!! BUGIE BUGIE BUGIE!!!!!! -

Los ojos del dragon me quedaban exactamente enfrente, a unos cuantos centimetros, sabia que este se asustaria, quiza reaccionaria de forma violenta, pero sin embargo dejaria las tonterias de las pruebas de lealtad, y sobre todo me dejaria en paz y tranquilo

Reventé en risas... El joven dragón se sobresaoltó cuando vió que Kyle se levantaba y se aventaba contra él, retrocedió a tropezones y sacudió su cabeza para liberarse de m amigo vampiro. Glaciel hacía hasta lo imposible para deshacerse de Kyle, incluso revoloteaba inquieto, gruñía furioso y lanzaba humos por sus fosas nasales.

-Kyle, ya dejalo.. es sólo un niño -dije sin aliento por la risa, froté mi estomago y me reincorporé para ponerme a in lado del dragón.

Glaciel gruñó bastante molesto, en verdad se había enfurecido. Intentó coger a Kyle de un mordico, pero me paré frente a él para tranquilizarlo. Froté su nariz, pero éste seguía a Kyle con una mirada asecina, bufando y sacando humo. Gruía y maldecía.

-Calmate... tranquilo... sólo fue una broma -("¡¿Una broma?! ¡¿Cómo se les ocurre jugarle una broma a un dragón?!")- Perdóname, pero tú fuiste quien empezó... un dragón no necesita hacer esa clase de tonteríar de pruebas para saber en quienes confiar o en quienes no...

Seguí acariciando las escamas de la nariz del dragón, pero éste seguía muy enojado, mirando a Kyle con desaprobación. Yo suspié rendida y volteé a ver a mi amigo para tratar de explicarle el comportamiento de Glaciel, por que él parecía estar molesto de igual manera.

-Resulta que éste "feroz dragón" es demasiado joven, en años humanos debe tener unos 12 o, cuando mucho, 17 años... la maduración de estas criaturas es diferente. Los dragones machos a esta edad suelen pelearse entre si para demostar su fuerza y honor, se retan unos a otros para designar quien manda. Son más temperamentales que un adulto y se enfurecen e indignan más que cualquier otra criatura mágica -Glaciel refunfuño nuevamente-, lo que éste amiguito quería con nosotros, era demostrar que él podía ser más fuerte que nadie... ¿Verdad?... Creo que deberías decirle algo a Kyle... pudiste hacerle daño -Glaciel gruñó negando, después de mirarlo seriamente, resopló y gruñó un "Lo siento" muy malhumorado e indignado.

Graciel se hechó en el suelo y ´movió su cola de un lado a otro, tratando de derribar a Kyle. Jadenado divertido, suspiré y entonrné mis ojos, nuevamente rendida. Llevé mis manos a la cara y la estiré un poco fastidiada.

-De verdad que eres todo un puberto... -gruñí al verlo tan molesto-, Y yo que creí que los dragones no hacían corajes infantiles... -Glaciel jaló de mi ropa en forma de reproche, yo volvía a acariciarle la nariz. Me senté a su lado y lo mira detenidamente, cómo tratando de leerle el pensamiento-. Aunque... apesar de todo... era cierto lo que decías acerca del fuego... ahora probaste que Kyle es digno de confianza, el fuego no le hiso ningún daño, pero a las plantas... -le hice mirar los alrededres para que viera a las enredaderas chamuscadas.

("Estos humanos, nunca se les comprende") Reí bajo y le di una mirada scuradora, cómo diciendole "Mira quien habla..."

-Los dragones son las criaturas más rencorosas, no lo subestimes, puede que sea un niño ahora, pero pronto dejara de serlo -dije mientras calmaba al dragón que prarecía estar perdiendole la paciencia a Kyle.

Traté de empujar (sin rencor) a Kyle de la nariz del dragón, por que sabía que este le traía unas inmensas ganar de mordisquearlo. "Precen hermanos gatitos, ¡Qué desesperación!", repoché para mi misma.

-Ahora que lo pienso -mire con duda a Glaciel-, ¿Qué hace un dragón tan joven aquí, en esta cueva, tan sólo?

Glaciel parecía no querer responder a mi pregunta, pero al mismo tiempo, se veía un poco resentido por mi duda "¿Qué le pasa a éste dragón?", insistí. Mire fijamente a Glaciel a los ojos, insistiendole mi pregunta, pero seguía negandose a contestar.

Observé a Kyle y por unos instantes creí que le jugaría otra travesura al pobre dragón... más mi sorpesa fue totalmennte otra, de una manera demasiado radical... Toda la cueva se cubrió de hielo. Me quedé sin habla nuevamente. Un bellísimo fenix cristalinó salió volando alrededorde toda la cueva, dejando a su paso un rastro inrompible de hielo. Ers algo sublime y increíble.

-¡Hielo! -grité alegremente-. Tendrás que enseñarme eso.

Glaciel parecía igualmente impresionado, pero su emoción no estalló cómo pensé que lo haría. Tan sólo se reincorporó y comenzó a caminar hacia donde estaba la cascada (que ahora estaba completamente congelada); me quedé donde estaba, creyendo que ya se había hartado de convivir con humanos.

-Vamos, Kyle -tomé de la mano de Kyle para hacer que me siguiera y ponernos bajo el umbral de la cascada-. ¿A dónde sopens que iremos? No puedo nisiquiera ver el suelo... -("Quién dijo que caminarias?", sube a mi lomo, te llevaré")-, ¿Enserio? -dije desconcertada. ("Enserio, pero dile a tu amigo que se convierta en murcielago y nos siga")

No se veía aobsoltamente nada más hayá, era una oscuridad espesa, lúgubre y fría. Observé a Kyle y suspiré, me dirigí nuevamente a Glaciel:

-DUDO que pueda convertirse en murcielago...

-Oh... ya veo... descuida, no le diré a nadie -contesté un poco desconcertada por el comentario de Kyle.

Después de esperar uos momentos, me aferré al cuello de Glaciel. El dragón se dejó caer al vacio, cayendo en empicada de forma muy gracil. Tan sólo pude sentir cómo me tragaba la voz y el viento golpeandome en la cara.

Estaba cada vez más oscuro, hasta que llegó un momento, en el que pensé que había cerrado lo ojos, pero mis parpadeos me decían todo lo contrario. Estaba a punto de sacar la varita para accionar un Lumos, pero la velocidad era tan de caida que mejor la dejé donde la había guardado, en lugar de arriesgarme a que se safara de mis manos por el golpeteo del aire al romperlo con nuestros cuerpos.

("¿El vampirito sigue con nosotros?") se burló Glaciel, pero no le contesté. Pronto pude oír como el dragón iba a leteando en ciertas ocaciones para bajar la velocidad y cambiar la dirección, estaba completamente norteada, no sabía por donde ibamos ni que caminos habíamos tomado.

Llevabamos demasiado tiempo cayeno hacia el vacio que pensé nunca terminaría, hastq el un sonido muy particulr llamó mi atención por completo: Agua. Era el singular correr el un río por la tierra, golpeandose contra paredes de roca, cubiertas de musgo y plantas enredaderas e inmensas piedras tratando de obstruirle el paso. Una ligera luz plateada de asomó del suelo, haciendo que mis pupílas dolieran cuando la luz incrementaba a cada segundo.

-¡Glaciel! ¡Aterriza cuando estés cerca del suelo! -le grité cuando la luz iba aclarándo la oscuridad del túnel. ("¿Pasa algo?")- ¡Tú sólo ateriza!

Me sorprendió muchísimo la voz de Kyle, pero más me sorprendió verlo caer de igual manera que el dragón hacia. Me quedé con el corazón en la garganta alverlo dejandose jalar por la gravedad. Simplemente sentí un vértigo atormentador al ver el suelo y er tanta agua corriendo abajo, frente a mi rostro. Un atrudidor vértigo me dominó por completo, tan sólo sentía c´momo mi cabeza latía y se me nublaba la vista, me aferré al cuello de Glaciel, esperando y rogando que pronto aterrizara.

("Ya vamos a tocar tierra") Suspiré de alivio pero sin liberarme del vértigo y del cuello del dragón. Apreté mis párpados cuando sentí el aleteo de Glaciel para desminuir la velocidad de caída y aterrizar suavemente.

-!Gracias!, por fin aterrizamos -dije con una sonrisa e intenté bajar del lomo del dragón, aunque el vértigo había disminuido, me sentía un tanto desorientada.

-¡KYLE!

Corrí cómo pude para verle, me había asustado mucho el ver que no podía aterrizar de la manera correcta. "¡¿Pero quien lo manda a hecharse de cabeza por un precipisio si no sabe cómo parar?!". Me inqué a un lado de él, poniendo mi rostro arriba de su cabeza para verle mejor. Precía adolorido, Intenté levantarlo pero al parecer el impacto había sido demasado fuerte. Por lo que opté e dejarlo donde estaba.

-¿Kyle? ¿Te hiciste daño? -dije moviendo ligeramente su hombro, mientras impeccionaba en lugar en donde estábamos.

Glaciel parecía estar bastánte divertido por lo que veía, que volvió a jadear.reír cómmo antes lo haía hecho.

-¡VUELVES A PROVOCAR ALGO CÓMO ESTO Y YO...! -obviamente no me había hecho nada de gracia-. ¡ERES UN DRAGÓN INMADURO!

Glaciel me ignoró y se sentó a un lado del río, esperando a que Kyle se reanimara y que a mi se me bajara el corage.

Suspiré muy confundida y frustrada. De nuevo peleaban los dos chiquillos. Me senté en el suelo intentando controlar mi paciensia para esperar a que el alboroto pasara. Peroo eran tantos los zarpasos, los rugidos y los coletasos entre ellos que ruve que levantarme para tratar de tranquilizar a Glaciel (por que Kyle era todo un caso perdido).

No importa lo que hiciera, ninguno de los dos me prestaba a tenciión, era cómo si no existiera en ese momento. así que me quedé parada, frunciendo en entre cejo y haciendo una mueca.

Volteé a ver el río subterraneo con preocupación, tambien buscaba una salida pero no había nunguna, más que seguir la corriente del río.

De pronto...

-¿AAAAAARRGGGGGG! -grité de dolor al sentir el inseperado coletaso de dragón sacandome todo el aire de mi cuerpo. Impulsandome hacia atrás y aventándome contra la pared vecina del río. Caí de golpe al agua.

La corriente era demasiado fuerte y muy rápida, apenas entrando al aguda, ésta me arrastró con fuerza por e suelo de éste río. Pronto dejé de escuchar los gruñidos de ambos chicos.