Un poco de entrenamiento... (Elizabeth)

Sentí como si el tiempo se detuviera cuando su gélida piel rozó la mía con suavidad… mi garganta estaba destrozada por los gritos y mis ojos nublados por el llanto. Dejé caer mi varita y que mi cabello escondiera mi rostro, llevé mis manos a mi boca para amortiguar un último grito de horror. Sin atreverme a mirar como él se degustaba con mi sangre, me encogí de hombros por la anormal sensación que aquel acontecimiento me provocó. Mi piel se erizó horrorizada y arrugué la nariz por nauseas… Escuché como usaba palabras suaves y tranquilas para brindarme el conocimiento de que no moriría a causa de sus instintos vampíricos, por lo menos, no en ese momento. Fue hay cuando por primera vez en ese lapso de terror me atreví a cruzar miradas con él… y al ver sus ojos claros… no sentí…. Más miedo… al contrario, pude tranquilizarme de manera drástica e incomprensible, como sí sus ojos me comprobaran que sus palabras era totalmente sinceras.

Yo no pude contestar, mi voz aun estaba lastimada por los alaridos, así que simplemente asentí con la cabeza a la humilde petición que me suplicaba con ternura aquel vampiro de ojos brillantes. Di un fuerte suspiro de nerviosismo al sentir una vez más como iba limpiando la enorme herida que me había provocado… sentía tanta culpabilidad dentro de mi pecho, que pronto volví a llorar, sólo que esta vez en silencio, aunque mis inaudibles sollozos estuvieran bañados con tanto sentimiento, no pude contenerlos y podía asegurar que cualquiera que pudiese verme, lo más seguro es que le contagiara la misma pena aun si este no tenía conocimiento del porque de mis lágrimas.

-Kyle… -susurré con voz ronca-. Lamento todo esto… no tienes idea de cuanto lo siento… -no estaba segura que si disculparme era lo adecuado pero si no lo hacía me moriría por dentro.

Para poder hablar, tuve que remover mis manos de mi boca para que mi débil voz se escuchara y apartar el cabello que creaba un oscuro velo entre sus ojos y mi faz… al mirarlas por unos segundos, pude ver que se habían manchado ligeramente de minúsculas gotitas de sangre. Me había partido el labio inferior por la caída; hice caso omiso a esta herida puesto que al volverla a tocar, mis manos estaban completamente limpias…. La sangre había coagulado de forma instantánea, revisé de la misma forma el resto de mi rostro y noté que traía un golpe cerca de la ceja y un par de rasguños en mi mejilla derecha.

Tan perdida me había quedado en mis pensamientos, desahogándolos a través de mis lágrimas que simplemente no caí en cuenta de la proximidad tan cota que Kyle había tomado en pocos segundos… no le di mucha importancia, pues pensé que talvez iba a consolarme como cualquier amigo, más mi sorpresa fue aun mayor…

El color de mi piel se desvaneció en cuestión de segundos, al igual que mi temperatura corporal; estaban por los suelos… Mis ojos, aun húmedos por el llanto, se abrieron de manera impresionante… un sudor frió brotó de mis manos y mi corazón se aceleró hasta sofocarme… La textura sedosa de sus labios me paralizó… no estaba segura de lo que debería pensar…. Ni que decir y mucho menos de que hacer… Sin pensarlo… cerré los ojos y respiré hondo, parte de mí se moría por corresponder al beso de Kyle, pero… la parte sensata me obligó a no hacerlo.

Una vez sintiendo que sus labios me habían liberado, abrí mis ojos para cruzarlos con los de él… no estaba segura de cómo reaccionar. Suponía que cualquier chica hubiese lanzado una cachetada directa justo en el momento del tacto… Mi corazón seguía golpeándome el pecho… simplemente sentí como mis mejillas ardían por el rubor y mis comisuras trataban de crear una sonrisa… “No es correcto”, me decía, “Esto no es correcto ¡No te atrevas a sonreírle” … Bajé el rostro hasta hundirlo en mi cabello, ocultando el enrojecimiento de mí rostro (aunque lo más probable es que ya me haya visto antes de ocultarme)

-eh… yo… bueno –titubeé-. Mejor… termino el hechizo… antes de que… eh… ocurra… algo… más….

Como pude y con gran esfuerzo, me sostuve de la pared de la cueva y cojeé lo más lejos que mi pierna sana me pudo llevar.

-Bien… eh… -aun seguía intranquila-. Aquí voy… -comencé los movimientos algo temblorosos pero bien marcados-. Soliterra –sentí como mi voz se quebró al final… tan sólo recé para no salir volando de nuevo.

La verdad es que me sentí tan agradecida al ver que Kyle le había dado fin al mal hechizo… estaba agotada pero no s me ocurrió algo más ingenioso para evitar el tema del beso… Mi cuerpo se desplomaba y se ponía frió, odiaba la sensación. Cuando Kyle me cargó, no quise pelear con el, aunque el hecho de continuar otro día con las lecciones, eso si obviamente que alegaba.

-Kyle… no te angusties, sólo neceio tomar algo de aire, créeme, he hecho magia en PEORES condiciones –la verdad es que no mentía, era fácil saberlo por mi tono de voz y mis ojos-. Por favor, no canceles la práctica de hoy, te prometo que tendré más cuidado, sólo dame unos minutos... te lo suplico

Ahora venía el tema del beso, algo que volvió a desarmarme por completo… busqué la mirada de kyle y la sostuve con delicadeza y ternura.

-No hagas que esto te afecte, Kyle… esto… pues… no fue nada –me costó decirlo sin sonrojarme-. … eh… la verdad es que, no pasa nada… enserio, tú, tranquilo –lo abracé-. Eres mi amigo, no quiero hacerte sentir mal con algo que no vale la pena.

Sentí un ardiente flechazo en mi pecho cuando distinguí la mirada de confusión de Kyle junto con sus palabras de sorpresa… me había metido en algo seriamente preocupante (para mí), temía que a partir de esto Kyle fuese a comportarse de forma fría e indiferente conmigo (como ya lo había presenciado anteriormente). Respiré hondo y traté de organizar mis ideas, me apresuraba a hacerlo ya que el silencio que nos rodeaba era bastante incomodo para mí. La mirada de Kyle se me era imposible seguir sosteniéndola así que rápidamente tuve que apartar mis ojos de los de él para poder pensar con claridad.

-Kyle… -comencé a decir con suavidad-. Creo que esto tomo un rumbo bastante… -intenté buscar la palabra correcta-. Sorpresivo (?) –no, no era esa-. La verdad es que… -tomé valor para volver a mirarlo-. Eres un chico muy impresionante… y si pudiste darte cuenta en el bosque prohibido… yo no frecuento mucho a la gente, así como con Gael, que lo conozco desde que éramos unos niños, todo lo que él a sufrido, ha sido también mi sufrimiento y viceversa –hasta ahora iba bien, podía hablar con más calma y claridad-. Y con Mushu… bueno, me conoce desde antes de nacer –sonreí y solté una risa baja-. Contigo y Julissa es diferente, es fácil hablar con ustedes sin rodeos… por eso me gustas –Dije sin dificultad-. Me gustas por como eres: un muy buen amigo y un chico bastante noble… y me siento muy feliz en saber que puedo ser tu amiga.

Con eso bastaba, lo mire un poco angustiada, tratando de mantener mi media sonrisa. Ya era más que obvio la preocupación a lo que posiblemente podría pasar con mi relación amistosa con él (se notaba en mi mirada), no podía pedir más. Que eso: esperar que no lo tomase a mal y continuar con la práctica de magia.

La verdad… la contestación de Kyle logré sacarme de mis esperanzas… suspiré un poco impaciente ante su pregunta y reí nerviosa, por suerte ya no estaba tan agitada y tímida como al principio, pero aún así era difícil tener que hablar con el, en un ambiente tan pesado que se había creado.

-Eh… sí… -contesté muy confundida-. Dije que me gustabas por como eres… un chico noble y buen amigo –me sentí extraña repitiendo mis palabras que con tanto esfuerzo había logrado soltar-. La verdad es que me cuesta mucho tener amigos con los que pueda confiar y estar contigo y Juli… es algo que me pone muy feliz.

La verdad es que había terminado diciéndole exactamente lo mismo que al principio, solamente que con otras palabras… por el nerviosismo, comencé a jugar con mis dedos impacientemente.

-Eh… emmm… pues… yooo… emmm –titubeé como tonta.

Cuando puso su mano gélida sobre mi mentón, sentí como esa misma frialdad en su piel se extendía por todo mi rostro; traté de fingir que no había notado como mis mejillas se volvían a ruborizar… cerré los ojos por unos instantes y respiré hondo. Ahora no tenía ni la menor idea de cómo sacarme de su intensa mirada que me dejaba completamente petrificada… sonreí internamente, aliviada, en saber que Kyle era un vampiro y no un basilisco.

-Eh… pues –me había acorralado y tenerlo tan cerca ahora que estaba conciente, me dificultaba las cosas, pero traté de ingeniármelas-. Podrías verlo, poniéndote en mi lugar: Vienes aquí a practicar con un vampiro magia elemental, que por ciertas razones te causan pavor y emoción a la vez… una lagartija colorada provoca un accidente, el cual despierta la sed de este mismo vampiro que te suplica beber la sangre que escurre por tu pierna y sin darte cuenta, este mismo vampiro, te besa en los labios que están llenos de sangre… ¿Acaso tendrías algo bueno que contestar a este acontecimiento?

Sonreí muy confiada y tratando de contener la risa que me causó el haber dicho semejante excusa con tanta rapidez. Lo miré fijamente como tratando de ponerme a su nivel en el juego que recién comenzaba. No entendía por que hacía tantas preguntas... en lo personal, había puesto en claro la situación... jamás había visto un vampiro tan curioso. Hasta ahora me sentía aliviada en no tener a Mushu conciente...

-Si una amiga tuya... hiciera lo mismo... ¿Serías capaz de molestarte con ella o reclamarle, dejar de hablarle, sabiendo que en sí concientemente, no fue su intención? -pregunté con suavidad y timidez.

La tensión aumentaba drásticamente y en cuestión de segundos… de tener a un Kyle curioso y sorprendido, ahora me enfrentaba a un Kyle serio y pícaro; me quedé estupefacta al ver ese cambio brutal en su forma de hablar y de sostener mi mirada. Sentí como si el aire se me acabara cuando el redujo el espacio que había entre nuestros labios. Lo miré confundida y aturdida; por unos segundos, posé mis ojos en sus labios… los cerré con agresividad y contuve el aliento para reorganizar mis ideas. No podía entender del todo el juego de Kyle, sólo sabía que no lo iba a dejar ganar.

Podía sentir como mis mejillas se consumían en rubor y mis voz se tornaba quebradiza, mi piel pálida y mis manos temblorosas…

-Pues entonces… -dije no muy segura pero con firmeza-. No hay nada que pueda decirte al respecto.

No tenía idea de lo que quería decir en ese momento, estaba atolondrada y más que nerviosa… odiaba esa sensación que me provocaba que la piel se m erizara y que mi corazón golpeara bruscamente mi pecho hasta sacarme todo el aire de los pulmones. Intenté en vano escaparme de su rostro… pero sus sublimes ojos no me dejaban escapar, era un reo ante esa mirada cristalina y brillante. Pronto recordé una frase que oí decir a través de mi madre un día que Rocío (la difunta prometida de mi hermano Raoul) había visitado a mi familia: “Date a desear y olerás a azahar”. Me provocó una risa queda al recordarla. “Por que este vampiro es tan mañoso, tan... tan…”, traté de buscar un buen adjetivo. “Tan necio”, la hallé victoriosa.

Necio, era la palabra que buscaba… y palabra clave que me llevó a un poema que seguramente la mayoría de las personas había escuchado; decidí defenderme con eso… No tenía palabras mías para responderle seriamente, no tenía la fuerza para escaparme de él, no tenía el valor de enfrentarlo con delicadeza, sutileza y rudeza al mismo tiempo… ésta era mi única opción aunque algo tonta.

-Hombres necios que acusáis a la mujer sin razón, sin ver que sois la ocasión de lo mismo que culpáis… -recité con sarcasmo y nerviosismo, entre susurros que apenas yo misma pude escuchar; entrecerré mis ojos y los dejé perderse entre mis pestañas. Solté una risa nerviosa y continué pícara y juguetona, más no perdía mi sarcasmo al recitar-. Si con ansia sin igual solicitáis su desdén, ¿Por qué queréis que obre bien si las incitáis al mal?

Podía verse en mi rostro lo ridícula me sentía diciéndole todo esto a Kyle… no sabía si lo entendería… mas tenía un poquito de confianza… sin embargo, no podía dejar de verlo…

A pesar de mis esfuerzos de poderme liberar de las cadenas de Kyle, simplemente perdí en su juego… él sin pensarlo más de dos veces, tornó a besarme… nuevamente su movimiento me dejó con los ojos abiertos y sosteniendo una bocanada de aire antes de que pudiese entrar a mis pulmones. El muy singular contacto frío de sus labios me causó un escalofrió, haciendo temblar mi rostro ligeramente, era algo apenas perceptible. La verdad es que no supe como reaccionar en el momento, nuevamente me debatía mentalmente entre mis impulsos y mi sensatez.

(verde angel) (naranja diablito)
Pude imaginarme perfectamente unas pequeñas versiones de mí: una con traje de diablito y otra de angelito; el diablito decía “¿Qué esperas? ¡Correspóndele!... de cualquier forma, él es quien empezó ¿No es así?”, sin embargo el angelito protestaba “Eso no es correcto, aunque él haya tomado la iniciativa, no significa que a la primera cedas ante su juego… eso no es de una dama”… “¡Qué anticuada ideología!”… “pero es lo más digno y sensato”… “Así se quedará solterona”… “No necesariamente”…. “Vete al infierno, mugroso angelito”… “Tú primero”…. “Yo ya estoy hay, quiero que vayas para joderte”…. “Cállate… tú, maldi…” … “¡ESE VOCABULARIO!”… “mierda…”

Reí para mis adentros al ver a la tontería que había llegado, y percatarme que me había quedado exactamente en el mismo dilema… Simplemente dejé que Kyle me besara, ¿Por qué iba a estarme preocupando de tanto? Sin embargo, esta misma escena me recordó una muy similar que leí en Romeo y Julieta, era del primer acto, en la escena 5, donde llega Romeo con Julieta a su fiesta, perdidamente enamorado de ella y como sin pensar demasiado la había besado…

-Mis labios, pues, vuestro pecado ostentan –recité con una risa ligera, apartándome un poco de los labios de Kyle para mirarlo fijamente a los ojos.

off// no es miguel de cervantes -w-, es William Shakespeare.... xDDDD

on//
Simplemente ya no sabía exactamente cuales eran mis movimientos, los labios de Kyle me incitaban a corresponderle el beso y mis impulsos secundaban la moción. Yo sólo sonreí al ver que simplemente perdía al tratar de nivelar el juego. Suspiré y sintiéndome completamente vencida, con esfuerzo le devolví el beso con una increíble timidez y nerviosismo explotando en mi interior… dejé que mis manos buscaran las suyas para acunarlas por un momento. Era extraño pero sublime, no me había percatado que mie mejillas estaban más que coloradas y que ya casi no me estremecía el gélido roce de sus labios, es mas, me resutaba sumamente agradable. Cuando empezaba a dejar que el ambiente de locura me invadiera, en mi mente se reflejó la imagen de Julissa. Cosa que me obligó a separarme de él de inmediato… sabía que había cometido mal y pronto me sentí culpable por ello.

-Kyle –hablé en voz baja, apartandeme de él nuevamente, buscando sus ojos-. ¿Podría ya terminar el hechizo? Mi pierna ya no duele –dije con un tono notablemente culpable y tratando de crear una media sonrisa.

Sabía que no iba a negarse, ya que es lo menos que podría obtener a cambio del beso y la bebida de sangre.

Off: sabia que caerias y si...lo recorde momentos despues de terminar el post..pero me quede asi de AH! no quiero editar xD

On:
Ella correspondio mi beso, y derrepente tomo mis manos, asi duramos unos ligeros y cortos segundos, hasta que ella simplemente se separo de mis labios, no sabia que habia sucedido pero tan solo la veia con algo de culpa reflejada e su rostro, asi que yo tan solo le mire cabisbajo, pero finalmente ante sus palabras asenti,me levante y tomandola de la mano la levante a ella tambien, finalmente cuando ella se encontraba de pie, me aleje de ese lugar, saliendo de la cueva, necesitaba pensar un poco...

-Por que lo hice.....o...mejor...por que me rechazo?....acaso tenia algo?....no tengo idea de que es lo que sucede....por ahora sera mejor....tranquilizarme volver a la cueva y continuar con lo que realmente deberia de estar haciendo-

Asi que nuevamente entre en la cueva,mientras que miraba seriamente a Elizabeth y me colocaba detras de ella para poder estar atento a sus movimientos,necesitaba estar alerta por si el hechizo salia mal otra vez, tenia que cuidarnos a ambos, no queria que ninguno saliera lastimado...menos ella...

Veía como Kyle salía muy lesionado por como había actuado al momento de terminar el beso… la verdad es que yo también estaría mal y en realidad, estaba mala, me sentía culpable y necesitaba relajarme… lo vi salir de la cueva, me sentí ansiosa, pensando que me dejaría sola. Cuando regresó, seguía igual de cabisbajo, suspiré y me concentré en el hechizo. "esto estuvo muy, muy, muy mal", me dije; "debí escuchar al che angelito llorón".

-Por favor, no quiero morir ahora –le dije a mi varita, como si esta pudiese irme-. Bien… aquí vamos –comencé los movimientos… un poco nerviosa y con las manos sudando frío pero por suerte no temblaban; apreté los ojos por miedo y continué-. Soliterra -dije con un hilo de voz, subido de tono.

Sentía una gran emoción al ver que el hechizo había salido bien y que no volé por la cueva nuevamente, así que muy alegremente le di la vuelta a las estalagmitas como me había enseñado Kyle. Mientras lo hacía me quedé reflexionando sus palabras “¿Qué es lo que estará pensando este vampiro?” Mi corazón volvía a traicionarme.

Cuando ya había terminado, sentí la proximidad de Kyle, me puse tensa y mi cuerpo se tornó frío y al sentí sus palabras me quedé helada, inmóvil y sin poder contestar…. Rápidamente me volví hacia él para verlo de frente… titubeaba sin decir nada en realidad, mis mejillas volvieron a sonrojarse y mis ojos brillaba de sorpresa, alegría y angustia… justo cuando quise acomodarme para encararlo de frente, el tobillo de mi pierna herida, se tropezó (de alguna forma) con las piedras, haciéndome caer de sentón frente a Kyle (otra vez); revisé nuevamente mi herida y caí en cuenta que no llevaba puesto el zapato.

-Si seré estúpida, olvidé mi zapato –me dije con una risa histérica y nerviosa, las palabras de Kyle rodaban por mi mente haciéndome más torpe todavía.

Me sentía nuevamente desprotegida, a la merced de los sentimientos de este indefenso vampiro que se arrodillaba ante mí por caballerosidad; no tenía palabras correctas para decirle lo que pasaba en mi interior justo en ese momento tan polémico para mi corazón que latía agitado.

Sus palabras de orgullo ante mi persistencia y victoria al conseguir materializar el hechizo me reconfortaban y sonreí con ternura cuando finalizó la oración. Su mano helada fue enfriando mi mejilla, no pude evitar cruzar mi mirada con la de él… Sin pensar dos veces, me acerqué a él para abrazarlo con cariño y poder susurrarle al oído.

-Gracias, eres un buen profesor… -dije alegre y confiada-. Y… Kyle… -ahora mi voz se tensó drásticamente y comencé a titubear nuevamente, con las mejillas coloradas y mis manos sudando frío-. … dijiste que te gusto… -no era una pregunta, más sonó como tal.

Nerviosa, bajé la mirada y jugué con mis dedos. La respiración me fallaba y tenía miedo de que el impulso me ganara, obligándome a salir corriendo.

Las palabras de Kyle me dejaron con un flechazo en el pecho, sentía una alegría inmensa y al mismo tiempo me sentía tan culpable… a pesar de todo, seguíamos siendo amigos, así que simplemente suspiré y sonreí; tomé sus manos y jugué tiernamente con ellas… junté nuestras frentes y, aun con mis ojos ocultos tras mis pestañas, comencé a hablarle nuevamente.

-Tú… también… me gustas… -dije nerviosa pero con un tono alegre-. Pero… me preocupa Julissa, ella… es mi amiga y…. te adora, tú eres su único consuelo… ella ha sufrido mucho –mi voz se fue apagando poco a poco.

Simplemente dejé que el silencio no rodeara y fijé mis ojos en un punto ciego de nuestras manos.